jueves, 19 de septiembre de 2013
martes, 10 de septiembre de 2013
LECTURA EN COLOMBIA...
http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-122248.html
Germán Rey (*) | |
Para leer un país | |
Cuando se estudian las estadísticas de lectura lo que se observa realmente es la complejidad de un país. Una exploración de los datos cuantitativos de los módulos de hábitos de lectura de la encuesta continua de hogares (2002 y 2005) confirma dos grandes realidades de Colombia: su amplia diversidad y su enorme desigualdad.
La lectura como experiencia de diversidadPor una parte está la diversidad. Que en el caso de la lectura significa la coexistencia de diversidad de lecturas, en contraste y sobre todo en complementariedad. Está, por ejemplo, la lectura de los jóvenes frente a la lectura de los adultos, la de las mujeres frente a la de los hombres. La de los jóvenes, que leen más de lo que habitualmente se supone, es una lectura marcada fundamentalmente por el deber y las exigencias escolares, abierta a las nuevas tecnologías y muy vinculada con la música y la televisión. Los adultos, a diferencia de los jóvenes, se interesan por la lectura de periódicos, los libros de autosuperación y, a medida que aumenta la edad, los libros religiosos. La lectura también es un asunto de género. Las mujeres leen más que los hombres y tienen a su favor una cualidad extraordinaria: los niños estiman que sus madres son las personas más adecuadas para leerles en voz alta y las que ocupan el primer lugar como promotoras del hábito de leer. La mujer, además de lectora es fundamental en la reproducción social de la lectura. Pero la diversidad de las lecturas es aún mayor y más rica. Se leen libros y revistas, periódicos y textos escolares. Pero también manuales, historietas, cómics y folletos. Se lee sobre soporte físico, pero cada vez más sobre soporte digital. Y al hacerlo se entremezclan, de una manera creativa, el texto escrito con el video, la imagen fotográfica con las infografías y los sonidos. Uno de los datos que más asombró a los colombianos fue el desarrollo de la lectura en Internet, la única que creció en Colombia. En sólo cinco años las cifras se doblaron y en las 13 principales ciudades del país se pasó del 5% al 11%. En Bogotá los resultados fueron aún más abrumadores: prácticamente se triplicaron. Pero lo más interesante del aumento es que esto sucedía mientras que el promedio de lectura de libros en Colombia se desplomaba el 33%, pasando de 2.4 libros leídos al año a 1.6. El lugar común suele repetir que internet es un enemigo de la lectura. Semejante afirmación no se confirma en los datos de la encuesta. Son los que leen más libros, los que más asisten a bibliotecas y los que tienen más libros en su casa, los que también leen más por internet. Lo que nos demuestra que las lecturas diversas son más complementarias que enemigas entre sí. Entretanto hay otras lecturas o que no se mueven o que se están desplazando hacia otros lugares. Sucede con la lectura de periódicos y revistas, que en los mismos cinco años apenas ha crecido un punto. Muchos lectores, por su parte, están migrando de las páginas de estos medios a sus sitios virtuales. Según señala Digital Life (2006) en el mundo los menores de 18 años le dedican a los medios digitales una media de 14 horas semanales, a la televisión 12, a la radio 6 y a los periódicos, revistas y cine, 2 horas a la semana. Por primera vez los medios digitales superaron a la televisión. La diversidad de las lecturas es incluso más amplia y profunda. Además de las diferencias de edades, género y soporte técnico, hay otros signos importantes: también son diversos los objetivos, modos, géneros y lugares de la lectura. En la lectura de libros, el propósito que sobresale es el instruccional. Se lee, especialmente en ciertas edades, para responder a una obligación. Sin embargo, como se comprueba en Bogotá, la lectura por placer está creciendo lentamente, lo que es una excelente noticia. En internet, el panorama es aún más interesante. Hay una diversidad de propósitos de lectura, desde el funcional, es decir, el que relaciona la lectura con el trabajo o con el estudio, hasta el entretenimiento (leer para divertirse), el encuentro (conversar a través del chat y del correo electrónico), la actualización (tener más información sobre un tema determinado) y la lectura de periódicos y revistas. Este paisaje, que ya es diverso en su composición, se hace aún más diverso cuando se analiza la lectura en internet por ciudades. Los modos de leer están cambiando. "Los maestros, dice el sociólogo francés Bernard Lahire, deberían entender que no hay solo un tipo de lectura ni una sola manera de leer". Lahire critica la lectura mecánica de la escuela, fundamentada en una relación intelectual, y en la que se procede como si se abriera un motor para sacar las piezas y ver cómo funciona. Una lectura dominada por la lingüística estructural o la semiología textual, en la que los niños y los adolescentes no se identifican con los personajes y las historias sino con la armazón formal de lo leído. "La escuela, dice, olvidó que una parte de los textos -que están presentes en el medio popular- están ligados a gestos, a acciones. Son instrucciones de uso en definitiva". En su opinión, muchas veces se leen libros que no están hechos para ser interpretados sino para ser convertidos en gesto. Esta gestualidad es la que también se encuentra en la Encuesta nacional de cultura (2002) realizada por el Ministerio de Cultura y en la que se corroboró que el interés de los colombianos por la cultura extranjera está centrado en algo tan concreto como el aprendizaje de su idioma. Los modos de leer, de los cuales sólo ofrece algunos indicios la Encuesta, están relacionados con la historia previa, los contextos culturales y sociales en los que habitan los lectores, la experiencia de la vida urbana o rural en la que despliegan su existencia cotidiana, el entrecruce con otras lecturas que provienen a su vez de otros lenguajes y enciclopedias, como el audiovisual o el virtual. Otros rasgos de la diversidad de las lecturas son los géneros y los lugares del leer.Las obras literarias son las más leídas (35,1%), seguidas por los textos de estudio (24%), los libros científicos (12%) y los libros de autoayuda (11,2%) que, a su vez, se diferencian por ciudades. En Cali, por ejemplo, se leen más libros esotéricos, en Medellín más de autoayuda y en Cartagena más religiosos. Un dato muy interesante es que quienes leen obras literarias lo hacen motivados por el gusto (38,1%), aunque es evidente que la escuela es un lugar muy significativo de la lectura literaria, casi siempre unida con el deber escolar. La lectura es también topológicamente diversa. Se leen libros y se consulta internet en la casa, pero también se navega en el trabajo, la escuela y los cibercafés. La casa se ha convertido en uno de los espacios fundamentales del consumo cultural, debido a la convergencia intermedial pero también a la inseguridad y a la pérdida de significado de lo público. La escuela, entre tanto, mantiene su liderazgo como lugar de socialización en la vida pública y foro de recreación cultural. La lectura como experiencia de desigualdadUna segunda realidad que se percibe en la situación de la lectura en Colombia es la experiencia de la desigualdad. En el continente más desigual del mundo, Colombia registra índices profundos de desigualdad, es decir de grandes diferencias entre los más ricos y los más pobres de su población. Si la economía del país creciera a una tasa promedio del 5,5% durante 15 años y la desigualdad se redujera a una tasa promedio de 0,5% anual, la proporción de pobres se reduciría a la mitad. Ese es el tamaño del reto. Como señala Alejandro Gaviria, la tolerancia a la desigualdad ha disminuido y la demanda por la redistribución ha aumentado. Y aunque habitualmente cuando se habla de desigualdad se traen a cuento las estadísticas económicas, la verdad es que las inequidades se viven también en la política, en la vida social y en la cultura. La lectura, por tanto, no podía ser un territorio alejado de las desigualdades. Es más, en ella se manifiestan algunos rasgos de inequidad que alejan las posibilidades de los más pobres para acceder y disfrutar de los conocimientos, la crítica y la imaginación. Los estudios de consumo cultural en Colombia, como en otros países latinoamericanos, han mostrado que el acceso a los libros y la lectura es desigual. En primer lugar, hay una brecha casi insalvable entre el campo y las ciudades, ya sea en promedios de lectura como en tenencia y compra de libros (el 22,15% de los hogares colombianos no compró libros en los últimos 12 meses), incluyendo los textos escolares. La lectura también ahonda las desigualdades entre ricos y pobres y entre los que poseen mayores niveles educativos y los que tienen menos educación. Aunque el estrato que predomina entre los lectores colombianos es el estrato 3, hay una mayor propensión a la lectura en las personas del estrato 6. La lectura, asimismo, está relacionada con la educación. Entre más se asciende en la escala educativa más se lee por motivación propia y por gusto, lo que nos indica que algunos rasgos de calidad de la lectura están asociados al mayor nivel educativo. Los que tienen más educación y ganan más, son también los que leen más por internet. Los que tienen más libros escolares, leen menos en internet, probablemente porque el primer propósito de esa lectura es encontrar información para el desempeño escolar. Las nuevas tecnologías son uno de los campos en que se libran más duramente las desigualdades. A pesar de los esfuerzos de conectividad y de ampliación del acceso de los sectores más pobres a Internet, las desigualdades siguen siendo muy profundas. La lectura en internet crece a medida que se aumentan el estrato socioeconómico y el nivel educativo y la lectura tiende a concentrarse, como la riqueza. Los que más leyeron libros en los últimos 12 meses, los que tienen más libros en su casa y los que asistieron más a bibliotecas son también los que más leyeron en internet. Finalmente la desigualdad tiende a aumentarse en lo que se refiere a tenencia de libros. La brecha entre los que más tienen libros y los que menos tienen se acrecentó en Bogotá, con un agravante: los que tienen más libros tienden a leer más. Más diversidad, menos desigualdad. Los retos de la escuela frente a la lectura.La lectura es un asunto de la sociedad y a la vez una elección muy personal. Por eso las políticas para aumentar y cualificar la lectura pasan por un conjunto de estrategias que van más allá de la escuela. Pero la educación es uno de los lugares más importantes para la formación de hábitos lectores. La predisposición positiva de los niños y las niñas entre 5 y 10 años hacia la lectura, comprobada por la encuesta, es un capital humano invaluable y un punto de partida para procesos integrales de desarrollo de la lectura en la escuela. Como lo es la vinculación escolar de los jóvenes al leer, así pesen demasiado los requerimientos del deber. La pasión por la lectura sólo puede partir de maestros lectores que compartan con los niños y los adolescentes aquello que exaltó Jerome Bruner en su maestra preferida: "La invitación a ampliar su campo de admiración". En sus palabras, a los maestros y maestras se les pide que sean "fenómenos humanos" y no personas "descorazonadoramente informativas". La lectura es una experiencia de la libertad, de la imaginación y del contraste de las ideas. Conviene transformar algunas rutinas de la introducción pedagógica a la lectura, como su comprensión meramente intelectual o como crítica literaria y el desconocimiento de los acumulados culturales que traen los niños y jóvenes a la escuela y tener mucho más en cuenta el análisis de sus modos de lectura, la familiaridad con algunos textos no necesariamente canónicos (esos que promueven acciones o que son productos de consumo masivo), los contextos escolares como ambientes simbólicos y del desciframiento, las interacciones de la lectura con otros lenguajes como el audiovisual o el musical y los grados de complejidad de la lectura. La lectura deberá ligarse a la creación en sus diferentes modalidades, entre ellos, por supuesto, la escritura y la escuela debe ser un ámbito público de valoración de un leer, involucrado con el debate y la reflexión, el placer y la autonomía. De esa manera el maestro retornará al puesto de privilegio que, según los datos, está cediendo y la escuela enmarcará a la lectura en el contexto del fortalecimiento de la diversidad cultural y la disminución de las desigualdades. "Los maestros deberían saber, escribe Bernard Lahire, que cuando el ascenso social y cultural finalmente se produce, es porque los alumnos no erradicaron su cultura popular de base, sino que lograron sumar formas de hacer, pensar y sentir heterogéneas y enriquecedoras". Leer y reflexionar sobre la lecturaEditado por Fundalectura, acaba de ser publicado el libro Hábitos de lectura, asistencia a bibliotecas y consumo de libros en Colombia en el que se recogen y analizan los resultados del módulo relacionado con los hábitos de lectura y el consumo de libros de los colombianos, presente en la segunda encuesta nacional de hogares realizada por el DANE a finales de 2005. Como novedad, el estudio fue aplicado por primera vez en hogares fuera de las grandes ciudades. Los Ministerios de Cultura y Educación, el Instituto Distrital de Cultura y Turismo y la Cámara Colombiana del Libro, con el apoyo del Cerlalc y Fundalectura, hicieron posible su realización. Allí, diez expertos analizan temas como las bibliotecas públicas, el impacto de Internet en la lectura, el consumo de revistas, periódicos y otros materiales de lectura y la lectura en niños entre los 5 y los 11 años de edad. (Año 2006, 250 pp, $36.000; para ordenarlo puede comunicarse con Pilar Cuéllar, tel. 3201511, en Bogotá). |
martes, 3 de septiembre de 2013
lunes, 2 de septiembre de 2013
domingo, 18 de agosto de 2013
sábado, 10 de agosto de 2013
Leísmos, laísmos y dequeísmos
Publicado por
Tes Nehuén
![](http://www.poemas-del-alma.com/blog/wp-content/themes/poemas/images/author.png)
Hemos hablado recientemente acerca de los cambios realizados por la RAE sobre el uso de los acentos en los demostrativos, así como también de los errores más comunes en nuestra forma de utilizar el lenguaje. Hoy hablaremos de otra deficiencia a la hora de valernos del idioma para comunicarnos: el uso de dequeísmos y leísmos.
Espero que les resulte tan interesante como para mí lo fue investigar y compartirlo con ustedes.
El uso incorrecto de los pronombres la, le y lo ha dado lugar a la formación de los fenómenos conocidos como laísmo, leísmo y, aunque en menor medida, loísmo. Estos problemas no solo afectan la normal comunicación de las personas hispanohablantes sino que vuelve sumamente difícil y defectuoso el aprendizaje de nuestro idioma para los estudiantes extranjeros.
Dicho esto, cabe mencionar que no se trata de un simple defecto del habla sino de un uso incorrecto aceptado popularmente; de ahí la importancia de describirlo y corregirlo.
Diferentes tipos de leísmo
El leísmo surge cuando se sustituye el pronombre personal lo o la por le, cuando esta partícula ejerce la función de complemento directo y en los verbos transitivos.
Por ejemplo:
Andrés le ha encontrado.
Andrés la / lo ha encontrado.
Andrés la / lo ha encontrado.
Según lo deja en evidencia la Real Academia Española, el uso del leísmo se considera vulgar. Pero a lo largo de las generaciones se han establecido ciertas modificaciones; tal es así que utilizar la forma leísta cuando el complemento directo es masculino (tratándose de una persona) puede tolerarse; no así cuando se trata de un femenino y, mucho menos, de un objeto inanimado.
Según esta definición podríamos decir sin equivocarnos “les vi llegar” (a ellos). Pero fallaríamos si utilizáramos la misma frase para referirnos “a ellas” y también para referirnos a “los aviones”, “los barcos”,etc.
Es necesario señalar que existen diversos tipos de leísmos, estos son:
- Leísmo aparente: tiene lugar cuando se altera el uso pronominal al ir ligados a determinados verbos que así lo exigen. No puedes decir “lo pegó” o “la pegó”. Siempre debe decirse “le pegó”. Lo mismo se da en verbos como tocar o enseñar.
- Leísmo deferente o de cortesía: puede verse en el uso del dativo formal, de forma que el verbo concuerde acertadamente con la forma “usted”. De este modo lo encontramos en frases como “El jueves lo llamaré” (a usted) / “El jueves le llamaré” (a usted).
- Leísmo de contacto: provocado por la situación prolongada de bilingüismo o diglosia en contacto con otros idiomas con un sistema prenominal diferente. Tal es así que la convivencia entre nuestra lengua y otras como el guaraní, el euskera y el quechua ha provocado la supresión completa de la diferenciación entre pronombres de dativo y acusativo, utilizando en su lugar siempre “le”.
El insufrible laísmo
Se denomina laísmo, el uso incorrecto de los pronombres personales femeninos (la y las) dependiendo del objeto indirecto al que se encuentren ligados. Aparece cuando en una frase se utiliza esta forma “la” o “las” en lugar de la que se considera correcta, es decir “le” o “les”.
Es un fenómeno extendido sobre todo en ciertos países de Latinoamérica y en algunas regiones de España.
Un ejemplo de laísmo es:
Susana dijo que la dolía la cabeza (a ella). La forma correcta es le dolía la cabeza.
“La pegué”, por su parte, es una de las formas más extendidas y, dependiendo del lugar (laísta o no laísta) en el que se expresem puede significar cosas diferentes. Entendido por alguien con un manejo del lenguaje no-laísta, se trata de una cosa que fue “adherida”. Mientras que en una región laísta se entiende como una persona que fue golpeada.
No es difícil encontrarse con este uso incorrecto del lenguaje incluso en obras literarias; a tal punto se ha extendido el laísmo en ciertas regiones hispanohablantes.
Dequeísmos para todos los gustos
Por último hablaremos de los dequeísmos. Son mis errores favoritos. Posiblemente porque son los más difíciles de corregir dada la ambigüedad de ciertas reglas ortográficas.
Este error consiste en la utilización de la preposición delante de la conjunción cuando ninguna partícula de la oración así lo exige.
Por ejemplo:
“Me dijo de que estábamos por salir”.
En este caso el error es difícil de descubrir. Si realizamos la pregunta modelo para desglosar cada parte de la oración y descubrir si su uso es o no correcto, descubriremos que frente a la respuesta, el “de” está de sobra.
En el caso del ejemplo dado preguntaremos “¿Qué me dijo?”. Cuya respuesta será “que estábamos por salir”.
Existen cinco casos en los que se utiliza de forma incorrecta la preposición “de”. Estos son:
- cuando se antepone a una oración subordinada sustantiva de sujeto. Ejemplo: “Me pone feliz de que estés con nosotros”. Deberíamos decir: “Me pone feliz que estés con nosotros”.
- cuando se antepone a una oración subordinada sustantiva de complemento directo. Ejemplo: “Me contaron de que se iban de vacaciones”. Deberíamos decir: “Me contaron que se iban de vacaciones”.
- cuando se antepone a una oración subordinada cuya función es de atributo en oraciones copulativas. Ejemplo: “Mi esperanza es de que ingresemos”. Deberíamos decir: “Mi esperanza es que ingresemos”.
- cuando ponemos la preposición en locuciones conjuntivas donde no va. Dos casos pueden ser “A no ser de que…” o “Una vez de que”; en cuyos casos deberíamos decir “A no ser que” y “Una vez que”.
- cuando se antepone a verbos que no la necesitan. Por ejemplo: “Insistieron de que fuéramos”. Deberíamos decir “Insistieron que fuéramos”.
Cometemos errores a diario. A veces ni siquiera somos conscientes de ello; y en la aceptación de estos malos usos vamos deformando el lenguaje y convirtiéndolo en un sistema lleno de inexactitudes. Me parece importante revisar estas cuestiones, tanto cuando hablamos como cuando escribimos. Es es el objetivo de este artículo. Espero que les haya servido de algo.
Lee todo en: Leísmos, laísmos y dequeísmos > Poemas del Alma http://www.poemas-del-alma.com/blog/especiales/leismos-laismos-y-dequeismos?utm_source=twitterfeed&utm_medium=facebook#ixzz2bZBg8dXh
NUEVAS REGLAS ORTOGRÁFICAS DE LA RAE
Cuando hablamos o cuando escribimos nos sumimos a una serie de reglas y estructuras que nos permiten crear un mensaje claro y fluido para acercarnos a las demás personas.
Sin embargo, ese lenguaje es sumamente cambiante y se va modificando a lo largo del tiempo movido por las tendencias. En este artículo citaré algunos de los cambios más relevantes de la última modificación de la RAE. Algunos de los cuales han sido controversiales y poco aceptados por el grupo de los apasionados de las letras.
La RAE y sus modificaciones
Las diversas modificaciones que realiza la RAE a lo largo de los años, con el fin de amoldarse a los nuevos usos del lenguaje, no siempre son beneficiosas para el propio idioma. Muchas veces, ciertas costumbres que se convierten en regla terminan estropeando, entorpeciendo o incluso volviendo menos directo y entendible el idioma. La pregunta es: ¿Es bueno que el lenguaje se adecue a nuestra forma de vida o sería mejor que nosotros lo hiciéramos con el lenguaje?
En el año 2010 la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) publicó un documento en el que se ponían de manifiesto las últimas modificaciones que se tomarían como válidas a partir de ese momento en el uso del lenguaje. Muchas de ellas no han sido muy bien aceptadas, dado que en el fondo tienden a reducir las posibilidades en la comunicación. Sin embargo, dichas reglas se han afianzado, le pese a quien le pese. Esto nos permite pensar que el lenguaje no es un bien colectivo, sino un sistema manipulado al antojo de quienes tienen las riendas de este mundo.
Personalmente, uno de los aspectos que menos me gusta de la última modificación es el que se refiere a los acentos en aquellos términos que antiguamente podíamos distinguir cómodamente gracias a la tilde ortográfica.
Acentos que se pierden
Si queremos decir que hicimos una única cosa debemos decir: “hice eso solo”; es decir, de la misma forma que si quisiéramos decir que hemos tenido que ingeníarnosla para hacer algo sin ayuda de nadie: “hice eso solo”. Y, aunque en el primer caso se prefiere el uso de formas sinónimas como únicamente o solamente no presenta diferencia con la segunda opción. Adiós acento, entonces.
En el caso de este, esta, estos, estas, ese, esa, esos, esas, aquel, aquella, aquellos, aquellas hasta ahora se decía que no debía llevar tilde nunca cuando no hubiera riesgo de ambigüedad; pero a partir de esta modificación se ha desestimado completamente el uso de la misma. Esto vuelve bastante complicado entender frases que avienen cierta ambigüedad.
Monosílabos y prefijos
En el caso de los monosílabos, ya no deben tildarse aquellas palabras en las que todas sus vocales forman un diptongo o triptongo ortográfico; por ejemplo, guión, lié, frió deberían escribirse: guion, lie, frio. En el caso del voseo, se utilizarían en lugar de fiás y liá, fias y lias.
Otra norma que se adopta desde esta modificación está relacionada con la simplificación de
vocales dobles surgidas de la formación de un término con prefijo; sin embargo esta regla se encuentra ligada a tres condiciones:
vocales dobles surgidas de la formación de un término con prefijo; sin embargo esta regla se encuentra ligada a tres condiciones:
- debe usarse esta simplificación de forma cuidada en la pronunciación oral;
- no debe existir la posibilidad de que dicha simplificación permita que el término se confunda con otro de diverso significado;
- no debe haber una hache intercalada.
De este modo, algunos ejemplos donde sí debe simplificarse son antincendios y contrataque; y en los que no: semihilo, reenunciar (si se simplifica en vez de volver a enunciar tendrá el sentido de desistir de algún empeño o proyecto).
Cabe mencionar que con los prefijos co- y bio- no se simplifica la doble vocal en ningún caso. De este modo es correcto decir: cooperar o biooceánico.
¿Debe decir exnovia o ex-novia?
En el caso del prefijo ex- irá unido siempre a la palabra que precede, siempre y cuando esta no sea un nombre compuesto. Por ejemplo: ex capitán general, ex número uno, ex primer ministro.
Por su parte, entre las formas pos- y post- se prefiere la primera, a no ser que la palabra a la que se encuentre unida comience con la letra s-; en ese caso se utilizará el segundo, con el fin de evitar la incomodidad de las dos eses seguidas. Por otro lado, si será continuada por un nombre compuesto deberá escribirse en forma separada y si se trata de un nombre propio, se escribirá con guion. Algunos ejemplos son: posguerra, postsindical, pos Edad Media y pos-Renacimiento.
Continuando con los prefijos, los terminados en i, tales como semi-, anti- y archi al unirse a palabras que comienzan con la misma vocal, mantendrán la doble vocal, para evitar cambiar el significado del término. Si la eliminaran podrían llegar a significar exactamente lo puesto, como es el caso de semiilegal.
Con respecto a las palabras formadas por el prefijo -sin, deberán escribirse unidas obligatoriamente aquellas que ya se encuentran aceptadas por la Real Academia Española y asentadas en nuestro vocabulario; el resto pueden escribirse unidas o separando el prefijo de la palabra, pero nunca agregando un guion en el medio. De este modo sería correcto tanto decir sintecho como sin techo pero incorrecto sin-techo.
Estas son algunas de las modificaciones más actuales de nuestro lenguaje. ¿Están de acuerdo con ellas? ¿Creen que van a poder aplicarlas a su vida cotidiana?
Lee todo en: Los cambios significativos en el lenguaje > Poemas del Alma http://www.poemas-del-alma.com/blog/especiales/cambios-significativos-lenguaje#ixzz2bZ9cmSrr
miércoles, 7 de agosto de 2013
lunes, 8 de julio de 2013
Peter Pan y Wendy o el derecho a la ficción
http://cuatrogatos.org/show.php?item=528#.UdrnXeVf3UA.
"No hemos nacido para permanecer en el suelo. Nacimos con alas para volar en muchas direcciones, a veces sin salir del lugar donde estamos" (1). Según el ilustrador brasileño Daniel Munduruku, este descubrimiento él se lo debió a su abuelo y a su pueblo. En mi caso, se lo debo al personaje creado por James Barrie, que en un principio me llegó, como a muchos niños franceses, por medio delJournal de Mickey y de la película de Walt Disney. Decir que Peter Pan me gustaba, es poco. Cuando tenía siete años, literalmente me sostuvo, me liberó de los inviernos familiares, me abrió otro mundo que transfiguró lo cotidiano. Me dio ligereza y fuerza. Hay obras que despiertan las ganas de trepar a los árboles o de cruzar los mares.
MICHÈLE PETIT
"No hemos nacido para permanecer en el suelo. Nacimos con alas para volar en muchas direcciones, a veces sin salir del lugar donde estamos" (1). Según el ilustrador brasileño Daniel Munduruku, este descubrimiento él se lo debió a su abuelo y a su pueblo. En mi caso, se lo debo al personaje creado por James Barrie, que en un principio me llegó, como a muchos niños franceses, por medio delJournal de Mickey y de la película de Walt Disney. Decir que Peter Pan me gustaba, es poco. Cuando tenía siete años, literalmente me sostuvo, me liberó de los inviernos familiares, me abrió otro mundo que transfiguró lo cotidiano. Me dio ligereza y fuerza. Hay obras que despiertan las ganas de trepar a los árboles o de cruzar los mares.
lunes, 1 de julio de 2013
La lectura da resultados a largo tiempo
“La lectura da resultados a lo largo del tiempo”
POR ALFREDO DILLON
La escritora cordobesa, ganadora el año pasado del Premio Hans Christian Andersen, habló con Clarín Educación sobre su obra, el lugar de la literatura en la escuela y la importancia de construir lectores y escritores desde el aula.
27/06/13
Narradora, poeta, docente y capacitadora, especialista y difusora de la literatura infantil y juvenil: la mujer en cuestión es María Teresa Andruetto, escritora nacida en Córdoba en 1954 y ganadora en 2012 del Premio Hans Christian Andersen, equivalente al Nobel de la literatura para chicos, que nunca antes había quedado en manos de un argentino.
Andruetto es autora de decenas de obras para niños y jóvenes, además de libros de poemas, ensayos y novelas para adultos. Traducida al alemán, gallego, italiano e inglés y ganadora de varios premios nacionales e internacionales, la escritora habló con Clarín Educación sobre su obra, sobre el lugar de la literatura en la escuela y la importancia de construir lectores y escritores desde el aula.
–Has trabajado mucho en la difusión de la literatura infantil y juvenil. ¿Qué rol tiene la escuela en esta tarea?
–La escuela es la gran ocasión, como dijo Graciela Montes. Uno se puede formar como lector en la casa y llegar a la escuela con un capital lector. Pero la escuela es un lugar igualador, un lugar de acceso al libro y a la cultura escrita, un lugar de intercambio con otras personas. La escuela es una gran oportunidad, es la gran oportunidad social. Sobre todo, la escuela pública.
–La escuela es la gran ocasión, como dijo Graciela Montes. Uno se puede formar como lector en la casa y llegar a la escuela con un capital lector. Pero la escuela es un lugar igualador, un lugar de acceso al libro y a la cultura escrita, un lugar de intercambio con otras personas. La escuela es una gran oportunidad, es la gran oportunidad social. Sobre todo, la escuela pública.
–¿La literatura que se escribe hoy en Argentina llega a las escuelas?
–Sí. Yo antes de ir a las escuelas como escritora, fui como formadora de lectura, como capacitadora, como docente de talleres de escritura creativa. Yo veo un crecimiento enorme en la realidad escolar argentina. Sobre todo un crecimiento de conciencia muy grande en los docentes, acerca de la importancia del libro y de la literatura. Veo un crecimiento en la capacitación de los maestros; veo prosperar ferias del libro en muchos lugares del país. También veo un crecimiento muy grande en la dotación de libros por parte del Estado a las escuelas. Hay mucho por crecer todavía, porque nuestra sociedad es muy desigual en muchos aspectos. Y la lectura, el acceso al libro y al conocimiento, forma parte de esa desigualdad.
–Sí. Yo antes de ir a las escuelas como escritora, fui como formadora de lectura, como capacitadora, como docente de talleres de escritura creativa. Yo veo un crecimiento enorme en la realidad escolar argentina. Sobre todo un crecimiento de conciencia muy grande en los docentes, acerca de la importancia del libro y de la literatura. Veo un crecimiento en la capacitación de los maestros; veo prosperar ferias del libro en muchos lugares del país. También veo un crecimiento muy grande en la dotación de libros por parte del Estado a las escuelas. Hay mucho por crecer todavía, porque nuestra sociedad es muy desigual en muchos aspectos. Y la lectura, el acceso al libro y al conocimiento, forma parte de esa desigualdad.
–¿De qué manera pueden contribuir los docentes a formar lectores?
–Un maestro constructor de lectores, para empezar, tiene que ser un apasionado lector, de manera que pueda elegir libros que sean interesantes, diversos, y que pueda ir llevando distintos materiales que a él le gusten y que quiera compartir con el grupo. Ahí está el saber importante de ese maestro, que se refleja en esa selección de libros que lleva. También tiene que ser alguien muy convencido de lo que está haciendo, para sostener ese espacio de lectura frecuente en la escuela, en el grupo o en la biblioteca. Esa lectura se va enriqueciendo: si uno ha leído 50 libros, el libro número 51 lo lee de otra manera que cuando ha leído dos. Eso va a dar resultados a lo largo del tiempo. Y esos resultados se pueden ver en muchos lugares: se van a ver en la clase de Lengua, porque va a mejorar la relación con la lengua; se va a ver en el uso de la biblioteca en la escuela, porque seguramente esos chicos van a buscar más libros prestados; se va a ver en el uso de la palabra oral y escrita de ese chico en los distintos espacios de su vida. También me parece que se puede ver en la autestima de los chicos. Un chico acostumbrado al tránsito por los libros es un chico que se siente más seguro de sí, de la palabra que usa y de la relación con los otros.
–Un maestro constructor de lectores, para empezar, tiene que ser un apasionado lector, de manera que pueda elegir libros que sean interesantes, diversos, y que pueda ir llevando distintos materiales que a él le gusten y que quiera compartir con el grupo. Ahí está el saber importante de ese maestro, que se refleja en esa selección de libros que lleva. También tiene que ser alguien muy convencido de lo que está haciendo, para sostener ese espacio de lectura frecuente en la escuela, en el grupo o en la biblioteca. Esa lectura se va enriqueciendo: si uno ha leído 50 libros, el libro número 51 lo lee de otra manera que cuando ha leído dos. Eso va a dar resultados a lo largo del tiempo. Y esos resultados se pueden ver en muchos lugares: se van a ver en la clase de Lengua, porque va a mejorar la relación con la lengua; se va a ver en el uso de la biblioteca en la escuela, porque seguramente esos chicos van a buscar más libros prestados; se va a ver en el uso de la palabra oral y escrita de ese chico en los distintos espacios de su vida. También me parece que se puede ver en la autestima de los chicos. Un chico acostumbrado al tránsito por los libros es un chico que se siente más seguro de sí, de la palabra que usa y de la relación con los otros.
–¿Qué valor tiene el taller de escritura, y qué lugar debería tener en la clase de Lengua?
–Para mí el espacio de los proyectos de lectura, la construcción de hábitos lectores y los talleres de escritura creativa deben separarse de la clase de Lengua. Lo que sucede habitualmente es que la enseñanza de la lengua en la escuela requiere de tanto tiempo y tanto esfuerzo, que se come los otros espacios.
Un niño o un joven tiene en la escuela espacios para aprender muchas cosas, pero pocas veces se presenta un espacio para saber acerca de uno mismo. Un taller de escritura creativa tiene que ver con eso: un espacio de introspección con las palabras; un espacio que a través de ciertas técnicas y ciertos estímulos de un coordinador permita un encuentro de cada uno consigo mismo; un espacio que va armando un empoderamiento –por traer una palabra muy al uso–, una conciencia de sí y una construcción del pensamiento. Y también es un espacio de construcción de las emociones, de lo que se siente y lo que se es.
–Para mí el espacio de los proyectos de lectura, la construcción de hábitos lectores y los talleres de escritura creativa deben separarse de la clase de Lengua. Lo que sucede habitualmente es que la enseñanza de la lengua en la escuela requiere de tanto tiempo y tanto esfuerzo, que se come los otros espacios.
Un niño o un joven tiene en la escuela espacios para aprender muchas cosas, pero pocas veces se presenta un espacio para saber acerca de uno mismo. Un taller de escritura creativa tiene que ver con eso: un espacio de introspección con las palabras; un espacio que a través de ciertas técnicas y ciertos estímulos de un coordinador permita un encuentro de cada uno consigo mismo; un espacio que va armando un empoderamiento –por traer una palabra muy al uso–, una conciencia de sí y una construcción del pensamiento. Y también es un espacio de construcción de las emociones, de lo que se siente y lo que se es.
–En cierta literatura infantil existe la idea de que tiene que haber una moraleja… ¿Qué lugar deberían tener los valores en la literatura infantil?
En la buena literatura los valores, las ideas, las ideologías no se notan, no se explicitan. Entran en la trama de un modo natural, le pertenecen absolutamente al relato, de modo que no se pueden aislar a la manera: “Este libro enseña tal cosa o tal otra”. Yo creo que la literatura nos puede enseñar muchas cosas sin que seamos conscientes de eso, porque lo que nos enseña, en todo caso, no es lo mismo para cada lector y no es una sola cosa. Si algo nos enseña fuertemente, es a hacernos preguntas. No nos da una respuesta. Una novela, un cuento, un poema nos obliga a preguntarnos, nos pone en la encrucijada de cuestionarnos a nosotros mismos, seamos niños, jóvenes o adultos. Preguntarnos acerca de lo que somos, acerca de lo que hacemos, de mil maneras y de maneras muy distintas para cada lector. Si algo tiene el arte, es esa capacidad de plantarnos en la incerteza.
En la buena literatura los valores, las ideas, las ideologías no se notan, no se explicitan. Entran en la trama de un modo natural, le pertenecen absolutamente al relato, de modo que no se pueden aislar a la manera: “Este libro enseña tal cosa o tal otra”. Yo creo que la literatura nos puede enseñar muchas cosas sin que seamos conscientes de eso, porque lo que nos enseña, en todo caso, no es lo mismo para cada lector y no es una sola cosa. Si algo nos enseña fuertemente, es a hacernos preguntas. No nos da una respuesta. Una novela, un cuento, un poema nos obliga a preguntarnos, nos pone en la encrucijada de cuestionarnos a nosotros mismos, seamos niños, jóvenes o adultos. Preguntarnos acerca de lo que somos, acerca de lo que hacemos, de mil maneras y de maneras muy distintas para cada lector. Si algo tiene el arte, es esa capacidad de plantarnos en la incerteza.
– Para terminar, ¿qué libro debería leer todo estudiante en su paso por la escuela y por qué?
Si yo cierro mis ojos y veo mi relación con los libros, veo como un abanico, una multiplicidad. Siempre he sentido que la lectura era eso: un tránsito por muchos libros de distintas calidades, intereses, temáticas, editoriales, edades. Pienso en la calidad, pero también en la diversidad. Yo alimentaría el deseo, el interés de un chico. Cuando he tenido un grupo de jóvenes conmigo, he alimentado lo que veía que aparecía como interés en ese chico, y a su vez he intentado acercar algunas otras cosas para ver si ese campo de lectura se abría. Desde la historieta de calidad, hasta la historieta alternativa, los libros ilustrados, los libros álbum, los clásicos, lo muy contemporáneo, la poesía, la ruptura. Yo fogonearía con una gran diversidad de materiales.
Leer es también un acto de arrojo, es como abrirse al mundo y sentirse en libertad de desechar materiales. Es un ir buscando las palabras de otro para encontrarse a uno mismo. Porque lo que uno hace cuando lee no es entender al que escribió, sino entenderse un poquito más a uno mismo y al mundo en que uno vive. Respondiendo aquella pregunta que nos hacíamos cuando yo estudiaba, en los setenta, de “¿Para qué sirve la literatura?”: bueno, para conocernos a nosotros mismos. Para conocer nuestra condición humana un poquito más.
Si yo cierro mis ojos y veo mi relación con los libros, veo como un abanico, una multiplicidad. Siempre he sentido que la lectura era eso: un tránsito por muchos libros de distintas calidades, intereses, temáticas, editoriales, edades. Pienso en la calidad, pero también en la diversidad. Yo alimentaría el deseo, el interés de un chico. Cuando he tenido un grupo de jóvenes conmigo, he alimentado lo que veía que aparecía como interés en ese chico, y a su vez he intentado acercar algunas otras cosas para ver si ese campo de lectura se abría. Desde la historieta de calidad, hasta la historieta alternativa, los libros ilustrados, los libros álbum, los clásicos, lo muy contemporáneo, la poesía, la ruptura. Yo fogonearía con una gran diversidad de materiales.
Leer es también un acto de arrojo, es como abrirse al mundo y sentirse en libertad de desechar materiales. Es un ir buscando las palabras de otro para encontrarse a uno mismo. Porque lo que uno hace cuando lee no es entender al que escribió, sino entenderse un poquito más a uno mismo y al mundo en que uno vive. Respondiendo aquella pregunta que nos hacíamos cuando yo estudiaba, en los setenta, de “¿Para qué sirve la literatura?”: bueno, para conocernos a nosotros mismos. Para conocer nuestra condición humana un poquito más.
Para saber más sobre María Teresa Andruetto:www.teresaandruetto.com.ar.
viernes, 21 de junio de 2013
INSTRUCCIONES PARA DISEÑAR PRUEBAS SABER
http://paidagogos.co/elaboraciondeitems.html#talleritems
ESTRUCTURA DEL ÍTEM | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
ELABORACIÓN DE ÍTEMS
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Todo item consta de un enunciado y un complemento. el complemento puede ser un espacio en blaco para escribir la respuesta, en caso de las preguntas abiertas, o puede ser varias opciones de respuesta para elegir entre ellas la que se considere correcta. | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
![]() | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
EL ENUNCIADO | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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LAS OPCIONES DE RESPUESTA: | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Los tipos de items se clasifican segun su forma y según su propósito evaluativo de la siguiente manera: | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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NUEVAS FORMAS DE LEER
Por: Carlos Arroyo | 20 de junio de 2013
Autora invitada: ANA ISABEL CARO, maestra y licenciada en Filología Hispánica, experta en lectura y bibliotecas escolares.
Estábamos distraídos leyendo cuando una gigantesca ola nos envolvió, nos atrapó y nos hizo creer que ya no seríamos capaces de salir a flote. Fue hace algunos años. Al sacar la cabeza y echar una mirada alrededor, vimos que algunos ya estaban surfeando incluso con soltura.
Aquella ola fue la de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (las famosas TICS), y cambió sustancialmente la manera de entender la lectura. Internet y la digitalización han ejercido una poderosa influencia en nuestros hábitos culturalesy, por tanto, en nuestra capacidad para leer y entender lo que leemos; es decir, en nuestra competencia lectora.
El concepto de lectura se ha hecho más complejo y seguirá creciendo en significados e importancia, y, como consecuencia, en dificultad. Ya no leemos como leíamos. Lo de hoy es a menudo un concepto híbrido que combina el texto escrito con fotografías, vídeos y audios. Y hemos de relacionarlo todo para construir un nuevo significado. Esto supone, a la vez, un nuevo campo de creatividad para los autores.
La lectura de ahora también se hace más compleja al posibilitar Internet interacciones culturales antes inalcanzables. Si en el pasado nos manejábamos, con ligeras excepciones, en un contexto cultural homogéneo, ahora la posibilidad de relacionarnos y acceder a información de cualquier parte del planeta nos enriquece, claro que sí, y nos obliga a un mayor esfuerzo de comprensión, porque necesitamos familiarizarnos con el contexto socio-cultural de quien nos transmite la información, sea en Facebook, Twitter, un blog o un diario digital de cualquier país (con sus matices lingüísticos diferenciales aunque compartamos idioma).
Curiosamente, nunca hemos usado tanto el signo de interrogación para indicar que no hemos entendido nada o estamos totalmente desconcertados.
La lectura actual es interactiva y, por ello, dispersa, interrumpida. Eso nos obliga a ser más hábiles para construir el sentido de lo que leemos y más disciplinados mentalmente para no perdernos entre links y acabar descubriendo ¡¡¡que no recordamos lo que estábamos leyendo!!!). Pero también debemos afianzar nuestra lectura profunda,extensa, de textos largos, como la que realizamos cuando leemos una novela o un ensayo, la que nos invita a la reflexión.
Y es esa capacidad comprensiva y crítica, que se adquiere leyendo todo tipo de textos, todo tipo de géneros y en todo tipo de soportes, gracias a Internet y a lo digital, la que hace que la lectura sea participativa. El lector interacciona activamente con el texto que acaba de leer. ¿Quién no ha comentado una noticia que le impacta cuando su diario digital abre esa opción en tiempo real? ¿Cuántos blogs permiten, con los comentarios de los lectores, la escritura, que es la otra cara de la lectura? Necesitamos poner nuestro granito de arena en forma de comentario sintético cuando compartimos un enlace de nuestros amigos de las redes sociales. La participación es muy visible también en los nuevos géneros narrativos, como es el caso del libro/app The fantastic flying books of Mr. Morris Lessmore.
Y es que la lectura moderna acaba llevándonos a los terrenos de la creatividad sin apenas darnos cuenta. Por eso, la importancia de la lectura, la necesidad de comprenderla, trasciende el ámbito escolar, donde está constatada su gran influencia en el éxito académico. En nuestro mundo, la información (producción, distribución y uso) se ha convertido en un claro factor de desarrollo y, por ello, las competencias lectoras de las personas, en términos individuales y sociales, marcan límites de inclusión o de exclusión social.
No comprender lo que se lee significa no integrarse. Resultaría paradójico que una tecnología que nació con las fronteras diluidas o anuladas acabara generando una nueva, una barrera imposible de sortear para parte de la humanidad: la de su propia, nueva y singular lectura y escritura. La Comisión Europea ha alertado, en este sentido, de que el20% de los adultos, pero también el 20% de los quinceañeros, carecen de las aptitudes de lectura necesarias para funcionar plenamente en una sociedad moderna.
Otro aspecto del nuevo concepto de lectura es que su aprendizaje no acaba nunca:abordamos nuevas formas de leer a lo largo de toda la vida. Esto lo saben bien todos los que fueron educados en un solo tipo de lectura, los que aprendieron en una escuela con una cartilla sencilla, y han sido capaces de incorporar las nuevas maneras de leer, propiciadas por el desarrollo exponencial de las tecnologías. Y si esto ha sido así en unas decenas de años, ¿qué sucederá a partir de ahora? Intuimos que nuestras capacidades seguirán creciendo, a la par que nuestro deseo de hacerlo.
Porque en la lectura, como en tantas cosas, lo que más nos ayuda es la motivación.¿Y quién puede ejercer esa motivación? El primero y fundamental es nuestro entorno: lafamilia y el centro escolar.
Muchas campañas de animación a la lectura, surgidas tanto desde instituciones como desde bibliotecas, ya hace tiempo que tienen en cuenta a los primeros lectores o, como suele decirse en el mundo de la educación, a los prelectores, esos que apenas aguantan un libro en sus manos y aún no han acudido a la escuela. Porque leer, ya lo hemos dicho, tiene muchos significados. ¿Acaso no está leyendo un niño en brazos de sus padres, al lado de sus hermanos mayores, cuando escucha emblesado una historia que relata un cuentacuentos en un parque? Su silencio cómplice nos dice que sí, que lee, que su cerebro está muy activo.
Recientes investigaciones publicadas en Perspectives on Psychological Science parecen mostrar que la lectura puede incrementar el cociente intelectual en la infancia en más de seis puntos. En “How to make a young child smarter. Evidence from the database of raising intelligence” [“Cómo hacer a un niño más inteligente. Evidencias de la base de datos sobre aumento de la inteligencia”] se describen las mejores prácticas de lectura que los padres pueden desarrollar con sus hijos desde el inicio: hacerles preguntas abiertas durante la lectura, alentarles a leer, conocer sus intereses... hacer que los niños participen más activamente. Son las mismas estrategias que utilizan los profesores en los primeros tramos de la enseñanza: calidez y participación son fundamentales. Y podemos añadir: rodearnos de lectura, acudir a espacios de lectura, regalar lectura. ¡Eso es lo que les ayudará a ser grandes lectores!
Quizá los mejores libros para empezar sean los álbumes ilustrados, los buenos álbumes ilustrados, esos libros donde continente y contenido se unen con un único propósito: atraer la atención para ser leído, casi devorado. Y donde ilustraciones y texto se interrelacionan de tal modo para crear la narración, que no pueden vivir el uno sin el otro. Estas prácticas que no tienen por qué limitarse a la infancia: la estimulación a la lectura debe permanecer largo tiempo (¡siempre!), pero especialmente en la época en la que se produce un cierto abandono: en la adolescencia.
Muchos países que desarrollan campañas de fomento de la lectura de forma regular y permanente no se centran en una etapa de la vida. Todos, en cualquier momento, podemos descubrir nuevos tipos de lectura.
Internet nos lo ha enseñado a muchos cuando ya creíamos que lo habíamos visto todo, ¿no?
Nota sobre la autora
Ana Isabel Caro, es maestra, licenciada en Filología Hispánica y Diploma de Estudios Avanzados (DEA) por la Universidad de Valencia. Su especialización se ha centrado en el fomento de la lectura, la literatura infantil y juvenil, y las bibliotecas escolares.
Considera los libros fundamentales para su desarrollo personal y profesional, y no le importa si son en papel o en bites, pues considera que lo que realmente importa es lo que dicen.
Es asesora técnica en los ámbitos del fomento de la lectura y bibliotecas escolares en la Administración educativa valenciana y ha coordinado programas piloto de libros de texto digitales en los centros educativos.
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